UNA DE GLOBULARIAS, UNAS PLANTAS UN TANTO SINGULARES


Me enseña José Luis Cánovas una impresionante foto que ha hecho recientemente de una curiosa planta de floración temprana, la cebollana, es por eso que se me ocurre hablaros de este grupo de plantas pertenecientes a un género singular entre las plantas que conozco, el género Globularia. Se distingue por sus características inflorescencias a modo de capítulo más o menos globular, con flores de colores azulados o violetas que maduran de manera concéntrica, de ahí que se les denomine en numerosos lugares como coronilla de fraile.
De las más de 20 especies conocidas, la mayoría europeas y mediterráneas, en Iberia se crían 9, aunque si somos poco sintéticos, podemos añadir alguna más. Son plantas perennes, con querencia por los litosulelos y los ambientes rupícolas y subrupícolas, aunque no faltan en los matorrales y pastizales montanos más o menos pedregosos.
En la pequeña patria por donde más me muevo, conozco 4 de ellas. La más grande, de floración temprana, es la Globularia alypum, conocida con mil nombres, pero entre los que destaca el de cebollana por mi pueblo o cebollada en algunos pueblos valencianos donde pregunté. Es especie termófila mediterránea emparentada con otras especies africanas, localmente abundante, aunque no se deja ver por muchos sitios. De ella supe a través de mis pesquisas etnográficas que era excelente para tapar las bocas de las carboneras; sin embargo, esta práctica hace muchos años que desapareció. También se sabe de sus propiedades purgantes y diuréticas, entre otras, al igual que otras globularias.
Es planta “atractiva”, lo que le da un valor añadido para cultivarse en lo que ahora llaman xerojardinería, aunque su floración es demasiado efímera. En fin, una planta que tuvo su importancia y que merece un reconocimiento.
Las otras 3 especies son más montaraces, al menos por aquí:
Globularia spinosa es un buen bioindicador de los territorios subbéticos, instalándose en roquedos y dolomías cristalinas de las sierras de Segura-Alcaraz-Cazorla. En Murcia está protegida, aunque no llega a estar amenazada.
Globularia vulgaris es parecida a la anterior, incluso puede hibridarse en los lugares donde conviven. Es especie muy variable de la que se han descrito diversas subespecies. Por aquí suele refugiarse en cantiles umbrosos, siempre en zonas montañosas, pero de areal más amplio que la anterior.
Globularia repens es la más rara. Por aquí llega de forma terminal desde las montañas submediterráneas europeas, a través de la cuenca del río Júcar en Albacete, hasta Yecla, donde se encuentran las últimas poblaciones. Algunos autores dicen que las de aquí son diferentes, pero bueno, eso es otra historia.
PD. Las fotos son recopilaciones de nuestros fondos fotográficos que Cánovas ha juntado.


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