El pasado mes de octubre, a instancias de un grupo de botánicos de nuestro grupo de investigación, entre los que se encuentra un socoveño, y la inestimable colaboración y gestión de nuestra amiga Agustina, persona incombustible donde las haya, socoveña y cañalera de pro, se procedió a la poda y limpieza por parte de una brigada dependiente del Servicio de Medio Ambiente de Albacete, del Acebuche de la Cuesta de Yesar, un árbol monumental situado en el margen derecho del camino que va de Socovos a la pedanía de El Cañar. La idea estaba en el aire desde hacía años, pero la eficacia y disponibilidad de Agustina, hizo que el trámite se realizara en cuestión de días. Ha sido necesario dar algunos pasos previos como pedir permiso al propietario del terreno, D. Juan Prudencio Fernández y los permisos y disponibilidad de personal para la poda y limpieza, por parte del organismo competente de Medio Ambiente.
El pasado 31 de octubre visitamos la zona para comprobar las labores realizadas, quedando gratamente sorprendidos por la excelente labor de poda y limpieza. Vaya nuestro agradecimiento a todos aquellos que han hecho posible este evento.
El acebuche de la Cuesta de Yesar es un ejemplar extraordinario por tratarse de un olivo silvestre centenario, posiblemente milenario, especie muy poco común en el ámbito de Albacete y Castilla-La Mancha. Como acebuches, también se conoce a los olivos asilvestrados nacidos de aceituna, pero que suelen proceder de olivos cultivados. De estos últimos, se conocen varios en el olivar de las cercanías del núcleo de Socovos, destacando los situados en El Cabezo.
Tal es la singularidad de estos ejemplares, que en el libro denominado,”Olivos Monumentales de España”, publicado en 2004, estos ejemplares quedan referidos como los únicos destacados de la provincia de Albacete, y prácticamente, los únicos referidos en Castilla-La Mancha, a excepción de un ejemplar de la provincia de Guadalajara, si bien es cierto que en otros pueblos albaceteños como Férez, Letur y Liétor, existen olivos cultivados, meritorios.
El acondicionamiento del acebuche debe concluir con un cartel informativo y si es posible con la instalación de unos bancos que permitan al visitante descansar y contemplar este impresionante monumento natural.
Con todo esto se pretende, además, concienciar a los lugareños sobre el valor excepcional de su patrimonio natural, así como potenciar el turismo rural de calidad en la comarca, especialmente el del entorno de El Cañar, donde existe una importante infraestructura hostelera, hasta el momento, infrautilizada. El siguiente paso consistirá en el diseño de rutas de interés botánico y paisajístico, empeño que demandan los hosteleros de la zona y que esperemos tenga buena acogida.